A medida que el mundo lidia con el cambio climático y las limitaciones de los recursos naturales, los gobiernos, las empresas y las comunidades están invirtiendo fuertemente en la evaluación de diversas soluciones de energía renovable. Las fuentes renovables de hidrógeno crecen en importancia como un medio alternativo de almacenamiento de energía porque pueden convertirse en calor y electricidad mediante celdas de combustible o turbinas de gas en cualquier momento.
Un ejemplo es la turbina en las instalaciones de LRE en Hannibal, Ohio, EUA, la cual acepta gas natural como materia prima. Aunque es mejor para el medio ambiente que el carbón, el gas natural es un combustible fósil que lo somete al escrutinio de los organismos reguladores y las comunidades locales. El hidrógeno tiene una combustión más limpia y proporciona un camino para descarbonizar parcialmente la fuente de combustible.
La mezcla de hidrógeno con gas natural plantea un mayor riesgo de explosión, manejo de incendios e impacto ambiental. Antes de inyectar hidrógeno en su infraestructura de red de gas natural existente, LRE tuvo que mitigar cuidadosamente los riesgos.
Es conocida en la industria los estrictos requisitos de combustión de hidrógeno, los cuales incluyen:
• Un sistema preciso de inyección de hidrógeno con validación de mezclas
• La capacidad de escalar las operaciones de manera fácil y eficiente
• Tecnología de medición moderna e inteligente
• Garantías de seguridad de máxima prioridad
Por la comunidad
La energía limpia del hidrógeno proporciona renovación económica local. Además de ayudar a reducir la huella mundial de gases de efecto invernadero, otro resultado positivo de las iniciativas de energía renovable es la reactivación de la comunidad económica circundante. Las plantas de energía pueden ayudar a restaurar la estabilidad económica en el área donde se ubican.